lunes, 3 de diciembre de 2012
Conociendo las arenas de Con Cón
Con Cón es una buena opción para disfrutar las vacaciones de verano, además de conocer sus encantos naturales y culturales.
La localidad cuenta con 1.600 plazas hoteleras para alojamiento en todas las categorías, desde hoteles, aparts y cabañas.
La gran cantidad de restaurantes la hacen conocida como la Capital Gastronómica de Chile, con gran variedad, pero en torno a platos en base a productos de mar, especialmente la corvina conconina que se puede degustar en forma variada.
En Con Cón hacen hincapié en ser un destino familiar, que tiene excelentes playas para conocer. Para los amantes de la pesca, pueden participar del evento "la Corvina más larga del mundo" que se realiza todos los años.
Y los mas jovenes, entretenerse en boliches en la gran movida nocturna.
Además de disfrutar el sol y las playas, la ciudad ofrece mas alternativas para exigentes.
Cabalgatas junto al mar. Salidas al atardecer montando un caballo, una de las recomendadas.
Conocer el Humedal. No todos los saben pero se han catastrado allí más de 7.000 variedades de aves, algunas de las cuales vienen en viajes migratorios desde Alaska. "Los gringos gastan miles de dólares en cámaras para fotografiar ejemplares como el 7 colores", se jactaron.
Increíbles dunas. El campo dunar, es el último vestigio del desierto florido y un reducto de flora y fauna única.
Acción en el mar. Para los que deseen aprender a surfear, inclusive niños, la playa indicada es La Boca. Ahora bien, a la hora de hacer kayak, lo mejor es la bahía de Con Cón.
Pescados frescos. Un clásico que se reeditará este verano serán las compras de pescados y mariscos en las tradicionales caletas.
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Titulo: Conociendo las arenas de Con Cón.
Publicado el 14/08/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/concon/conociendo-las-arenas-de-con-con_n.html
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lunes, 26 de noviembre de 2012
Valparaíso, paraiso porteño entre los cerros
Valparaíso es la joya chilena del Pacífico, es una ciudad colorida, rodeada de cerros, desde donde se puede apreciar increibles vistas de la ciudad y el mar en terrazas.
Ubicada a unos kilómetros al norte de Santiago, sobre unos cerros que miran al Pacífico.
Es la ciudad más pintoresca de Chile, donde se pueden ver sus casitas coloridas y disfrutar de excelentes vistas desde las terrazas desde los cerros.
El paisaje recuerda un poco al barrio de La Boca (Buenos Aires), por sus construcciones antiguas, sus casas de madera y chapa pintadas de diferentes colores, y por sobre todo, por su aire húmedo y portuario.
Se destaca el casco histórico por su belleza, que por conservarse viejo y pintoresco, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2003.
Valparaíso es una ciudad con vida propia, rústica, con un gran puerto, con callejuelas y callejones por donde se puede ver a la gente de mar y respirar el aire que llega del oceano.
Recorrer la ciudad a pie puede ser cansador, por las pendientes duras, aunque vale la pena conocer y ascender por las distintas escaleras o calles empinadas. Desde arriba, uno de los funiculares que suben y bajan por las laderas de los cerros, ofrecen breves y peculiares viajecitos con una vista excelente.
Otra opción, es ascender al cerro directamente desde su interior. El famoso ascensor Polanco está construido dentro de la tierra.
Se ingresa por un túnel y se sube por un ascensor no apto para claustrofóbicos, cuyo hueco se separa de pocos centímetros de distancia con la pared del cerro. En la cima, se puede acceder a un mirador circular con una vista excelente de toda Valparaíso.
La arquitectura de Valparaíso es variada y diversa, donde se pueden ver casas simples, precarias, rústicas, pero con muchos colores, y tambien las clásicas construcciones coloniales y elegantes.
Sobre los cerros Concepción y Alegre, donde está el casco histórico, surgieron muchos hoteles boutique entre tantos pasajes, y es la zona frecuentada por turistas que llegan a disfrutar los tantos miradores, asomándose a la ciudad y al mar.
Otro paseo atípico es sobre la meseta del cerro Panteón, donde están ubicados los cementerios. Si bien no hay nombres famosos allí, se puden ver espectaculares lápidas, mausoleos y criptas espectaculares, de casi doscientos años.
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Titulo: Paraiso porteño entre los cerros.
Publicado el 19/02/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/valparaiso/paraiso-porteno-entre-los-cerros_n.html
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lunes, 12 de noviembre de 2012
Punta de Choros, el paraíso de la fauna marina
Nos pareció interesante esta nota de Mariela Castro, de 101 Lugares increibles de viajes, donde destaca las virtudes de Punta Chorros, este pequeño paraiso natural en la región de Coquimbo.
Punta de Choros es una pequeña caleta en la Región de Coquimbo, Chile, donde el paisaje natural de arenas claras y aguas turquesas es hogar de una fauna marina riquísima (delfines, pingüinos, lobos marinos e incluso ballenas francas) Tal catálogo no pudo más que convertirla en un destino para el eco turismo.
Para llegar a Punta de Choros hay que recorrer 114 kilómetros por la Ruta 5, al noroeste de La Serena. El camino que lleva hasta allí no tiene desperdicio: está bordeado por olivos y, si se presta atención, se puede ver el desierto florido, una maravilla natural del norte chileno. Desde Santiago de Chile no hay servicios de buses directos, pero sí desde La Serena.
Frente a Punta de Choros se encuentra la Reserva Nacional del Pingüino Humboldt, una de las más nuevas de Chile hecha para proteger a esta especie en vías de extinción. Incluye tres pequeñas islas: Chañaral, Choros e isla Damas. La fauna marina que habita en sus rocas, costa e islas es un espectáculo imperdible pero para poder avistarla hay que registrarse previamente en la Conaf, el organismo que administra los parques nacionales. Se consiguen fácilmente contrataciones de botes que llevan hasta la Reserva y que nos llevan a pasear por las tres islas que la componen.
Si piensas que con una visita de unas horas no te bastará, siempre puedes acampar en el sector de La Poza de la isla Damas. Eso sí, estate precavido y lleva agua y cocinilla a puesto que está prohibido hacer fuego con material de la isla. El máximo que se puede permanecer es de cinco días, ya que se busca reducir el impacto humano en el lugar y cuidar al máximo a las especies locales.
En tierra firme, el poblado de Punta de Choros es también un lindo lugar para recorrer un pueblo típico de pescadores que está en pleno crecimiento y donde encontrarás cuenta restaurantes, cabañas y hoteles.
El entorno de Punta de Choros está marcado por el clima semiárido que predomina. Hay que tener en cuenta que en dirección norte empieza a aparecer el Desierto de Atacama.
Las actividades que se pueden desplegar están estrechamente vinculadas con ecoturismo, se puede hacer natación, navegar, bucear y practicar pesca recreativa, kayak de mar, picnic. Sumado a la contemplación y fotografía de la flora y fauna local.
Las grandes estrellas de la naturaleza que atraen muchos turistas son los famosos delfines nariz de botella. Aunque también hay Chungungo (Nutria Marina), Lobos Marinos y una gran variedad de aves entre ellas 3 tipos de Cormoran, Pilpinel, Piqueros, Zarapitos, Churrete Costero, Bandurria, Pelicanos, Jotes, etc.
Fuente: 101 Lugares increibles de viajes
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Titulo: Punta de Choros, el paraíso de la fauna marina.
Publicado el 01/02/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/punta-de-choros-el-paraiso-de-la-fauna-marina_n.html
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lunes, 5 de noviembre de 2012
El volcán de los escultores, en la Isla de Pascua
El volcán Rano Raraku era un territorio donde los trabajadores de todas las tribus acudían acá para realizar sus esculturas.
Las estatuas eran talladas sobre la roca viva, utilizando herramientas de piedra que se encuentran de a centenares en los alrededores y que se abandonaban cuando la punta empezaba a perder el filo. Las cabezas se trabajaban primero y se despegaban de la roca sólo cuando estaban casi totalmente terminadas: una vez puestas de pie, se cincelaban los detalles –en la parte posterior, muchas tienen todavía visibles ornamentos que parecen tatuajes– y luego, puestas panza abajo y enmarcadas en una especie de escalera hecha de las pocas maderas disponibles, se echaban a andar a pura fuerza de brazos por las rudimentales rutas que surcaban el territorio, hasta llegar al altar designado.
Tras ese paso llegaba la parte más difícil: arrastrada por una rampa de tierra y piedra hasta la plataforma, con la ayuda de troncos era levantada paulatinamente –mientras acechaba el riesgo de empujarla demasiado y tumbarla–, hasta llegar a la posición erecta con un último tirón final. Todo el proceso requería de ingentes dosis de esfuerzo físico, a través cuerdas y maderas.
La última estatua se levantó en 1620. Cuando los primeros europeos llegaron, exactamente el día de Pascuas de 1722, el culto a las enormes estatuas ya había sido suplantado por otro, que tenía en el centro de su cosmogonía al Hombre Pájaro. Entonces, las sugestivas estatuas de Pascua, los moáis, quedaron como únicos testigos de una civilización llena de misterio y de enseñanzas, que todavía hoy fascina y asombra.
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Titulo: El volcán de los escultores.
Publicado el 22/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/isla_de_pascua/el-volcan-de-los-escultores_n.html
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lunes, 29 de octubre de 2012
Recorriendo Santiago en bus de dos pisos
Tal como en Nueva York, Londres o Buenos Aires, los buses rojos de dos pisos recorren diariamente los principales puntos de atracción de Santiago de Chile.
Lo mejor de Santiago Turistik es que cada uno puede subir y bajar cuantas veces quiera durante todo el recorrido, entre las 9.30 y las 18, por el mismo valor. El viaje completo sin bajar del bus demora dos horas aproximadamente, y pasa cada 30 minutos por cada una de las 12 paradas que tiene contemplado el itinerario.
La clave de este tour es sentarse en el segundo piso del bus, porque desde allí se obtienen las mejores fotos panorámicas de los lugares recorridos. No hay vehículos de la misma altura que puedan entorpecer la vista.
Entre las principales paradas están la Plaza de Armas, el punto cero de Santiago; el Mercado Central; el mall Parque Arauco y el hotel Sheraton. Entre los lugares que pueden observarse se encuentran la Catedral Metropolitana, el Palacio de La Moneda, la Universidad de Chile, la Estación Mapocho, el Barrio Lastarria y el Cerro Santa Lucía, entre otros.
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Titulo: Recorriendo Santiago en bus de dos pisos.
Publicado el 22/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/santiago_de_chile/recorriendo-santiago-en-bus-de-dos-pisos_n.html
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lunes, 22 de octubre de 2012
Opciones para conocer en la Isla de Pascua
Numerosas agencias turísticas ofrecen excursiones hacia los principales sitios de interés arqueológico, así como salidas de buceo, una actividad altamente recomendable por la riqueza de la fauna marina.
Contrariamente a lo que se podría pensar, ya que se encuentra en pleno océano, la temperatura del agua es muy agradable y no espanta al turista deseoso de un chapuzón; en cambio, intimida un poco la morfología muy rocosa de la isla, que cuenta con una sola pequeña tira de playa, en Anakena.
Aquí, a más de 3.000 km de la costa chilena, abundan los taxis y las agencias que ofrecen alquiler de auto; con tiempo y un buen estado físico, también se puede considerar la bicicleta como un eficaz medio de transporte, dada la limitada superficie y su geografía, mayormente plana.
Consideradas las dimensiones de la isla, la oferta gastronómica local es bastante variada y se caracteriza por el pescado fresco –muchas especies son autóctonas–, las langostas y los crustáceos. El tradicional método de cocción, que utiliza piedras volcánicas calentadas al fuego, sobre las cuales se disponen los pescados y las verduras, se debe a la escasez crónica de leña que padeció la isla después de su casi completa deforestación.
Sin embargo, los viajeros no suelen visitar la Isla de Pascua por su mar ni por su gastronomía: llegan atraídos por los vestigios de su misterioso pasado. Por eso, resulta de gran interés la propuesta turística de Explora, un hotel de primera clase que ofrece un fascinante viaje etnográfico, que une un servicio de lujo con el conocimiento ofrecido por experimentados arqueólogos.
En la isla tambien se pueden ver los moáis de Ahu Tongariki (el mayor centro ceremonial de la isla, con 15 moáis) que se lucen en fila, con las espaldas al mar y la frente hacia el macizo e Ranu Rarako, que fueron restaurados luego de quedar hechos casi añicos tras el tsunami que impactó en la isla, durante el terremoto que destruyó Valdivia en 1960.
Un lugar probable para tratar de lograr una respuesta a este interrogante es la cantera de Rano Raraku. Esta montaña, uno de los pocos macizos rocosos de la isla, tiene en la historia local un rol protagónico, ya que desde acá provienen todos los moáis de la isla. Al llegar, el espectáculo es sobrecogedor: decenas de estatuas de varias dimensiones; algunas terminadas, otras a medio terminar; algunas enteras, otras despedazadas o semienterradas yacen desperdigadas por la ladera de la montaña, mientras en lo alto se ven los nichos de donde fueron sacadas.
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Titulo: Opciones para conocer en la isla.
Publicado el 22/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/isla_de_pascua/opciones-para-conocer-en-la-isla_n.html
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lunes, 8 de octubre de 2012
De paseo por los barrios de Santiago
Desde las más clásicas hasta las más nuevas, algunas propuestas para recorrer las calles de Santiago de Chile. De la bohemia al shopping, la capital chilena se convirtió en los últimos años en una buena alternativa para el turismo urbano del otro lado de la Cordillera.
La mejor forma de conocer una ciudad es caminar por sus calles. Y Santiago tiene muchos barrios formados por distintas formas de interacción social; así el espacio público dio vida a algo que va más allá de un simple conjunto de viviendas, calles y árboles.
Algunos de estos barrios ofrecen una calidad arquitectónica de gran valor y se han convertido en iconos de la ciudad. Ya el solo hecho de caminarlos es un paseo abundante en historia y significados. Como en el Barrio Italia, un distrito tradicional de la comuna de Providencia, donde no se ven construcciones en altura y sí muchas fachadas continuas de casas de principios del siglo XX, que se han ido transformando en restaurantes y tiendas de diseño.
Por su parte una antigua fábrica de sombreros se acondicionó con una estética contemporánea y ahora es el restaurante Mucca. Un par de cuadras más abajo, por la misma Avenida Italia, conviven más de una veintena de restauradores de muebles que trabajan sus piezas sobre las aceras, dándole especial vida al sector. Y así se va mezclando una interesante oferta gastronómica de Italia, Alemania, India y hasta Rusia, con pequeñas galerías de arte, bares, puestos de ventas de flores y cafés gourmet.
Entre el Parque Forestal y la Alameda, la principal avenida de la capital, se encuentra la calle José Victorino Lastarria, el eje del Barrio Lastarria, un pequeño oasis en medio del ajetreo del centro de Santiago. La receta se repite: gastronomía y cultura. La joya de este sector es el Museo de Artes Visuales, con colecciones de arte contemporáneo chileno desde los años ’60. Junto a la pequeña Plaza Mulato Gil no hay que dejar de ver el mural del pintor nacional Roberto Matta. Al ir acercándose hacia la calle Merced, abunda el estilo neoclásico de los edificios y la parada obligatoria es el Emporio La Rosa, para probar el helado del mismo sabor de la flor que inspiró el nombre del lugar.
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Titulo: De paseo por los barrios de Santiago.
Publicado el 22/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/santiago_de_chile/de-paseo-por-los-barrios-de-santiago_n.html
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lunes, 24 de septiembre de 2012
De compras y paseos en Santiago
Para los que cruzan la cordillera con la intención de aprovechar las ofertas tecnológicas, algunas sugerencias orientadas al disfrute de la capital trasandina.
Aún queda un fin de semana largo en noviembre, momento ideal para una escapada para recargar energías antes de las vacaciones. La capital chilena es una excelente opción para los mendocinos. Con aéreos que van desde los U$S 100 y pasajes en colectivos desde $ 90, alojamiento desde U$S 50, la aventura no resulta onerosa. Eso sí, atenti con las ofertas de LCD, LED y tantas otras chucherías de importación que a los argentinos nos suenan tan convenientes.
Las tarjetas quedarán al rojo vivo si no se hace un buen plan de compras. Por estos días, supermercados y centros comerciales lanzan tentadoras promociones con rebajas de hasta 30% en determinados días y horarios, sobre los precios regulares en diversos artículos tecnológicos, que ya de por sí son más económicos que lo que se puede encontrar en Mendoza. Bazar, blanco e indumentaria deportiva, otros rubros preferidos por los coterráneos.
Además de disfrutar de las bondades de Santiago en cuanto a shoppings y excelente gastronomía, hay muchos paseos para realizar que brindarán una mirada más acabada de la ciudad y el país.
Comenzar en el cerro Santa Lucía el mirador desde donde en 1541 se llamó a la zona Santiago del Nuevo extremo, llegar a la Plaza de Armas también fundacional y que hoy no sólo alberga las manifestaciones políticas y culturales sino gran parte de la movida citadina con sus bares y restaurantes en las calles. Los edificios mantenidos como en la colonia, son testigos de la dinámica santiaguina.
En el trayecto desde la Alameda hacia Providencia encontrará el barrio París-Londres con estilos arquitectónicos de aquellos lares representando una visión propia de los años 20. Allí la iglesia más antigua, la de San Francisco, data de 1618. El cerro San Cristóbal es otro imperdible. Habrá que tomar el teleférico desde la estación Pedro de Valdivia para maravillarse con la vista panorámica de la urbe desde las alturas.
Desde allí también se ven los modernos edificios del barrio que lleva el nombre del fundador. Arriba un observatorio y una de las casas del poeta Pablo Neruda que hoy es un museo: la Chascona. Abajo el barrio Bellavista contiene la bohemia local y gran parte del hippies chic; bares, restós, pubs, galerías de arte, teatros, en un perímetro acotado, colorido y singular, infaltable en las rondas nocturnas por Santiago.
Por su parte el barrio Bellas Artes es imperdible, en especial para los que buscan el contacto con las artes vernáculas. Allí museos, galerías, cafés hablan de los próceres de las letras y la plástica de antes, pero también de la prolífera producción actual.
En Vitacura, Las Condes y Santa María de Menquehue, lo más selecto de la ciudad, hay mansiones y espacios comerciales exclusivos, restaurantes de autor y un mundo para bon vivant. La avenida Alonso de Córdoba es la de las marcas exclusivas: allí Vuitton, Armani, Ermenegildo Zegna entre otros con sus topísimas tiendas. Además mucho diseño y glam en cada vidriera.
Lastarria es la barriada de moda por excelencia, llena de universitarios, librerías, cine y arte alternativo, tiendas de diseño y gastronomía de la buena, del mundo y autóctona con mucha sofisticación. Imperdible para los viajeros que buscan cosas buenas.
Fuente: Los Andes Turismo
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Titulo: De compras y paseos en Santiago.
Publicado el 17/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/santiago_de_chile/de-compras-y-paseos-en-santiago_n.html
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lunes, 17 de septiembre de 2012
La experiencia San Alfonso
En la zona Norte de Algarrobo y exactamente a 90 km de Santiago de Chile está San Alfonso del Mar. Autodefinido como un mundo propio, este centro vacacional exclusivo propone unos días de descanso con rutinas que no semejan a las que se viven en Viña del Mar o La Serena, por ejemplo.
Si de particularidades se trata, pues hay que mencionar a la obra más emblemática del destino: la piscina de agua cristalina más grande del mundo de más de un kilómetro de largo, ocho hectáreas y 250 millones de litros de agua.
Mediante sofisticada tecnología toma el agua del océano y la mantiene en perfectas condiciones. Una postal que pinta el panorama muestra la Playa Grande de Algarrobo que se extiende por más de dos kilómetros, la bahía con sus embarcaciones a vela de múltiples colores y el mar azul con rompiente de una ola, cuya perspectiva se prolonga desde la laguna hacia el mar sin ninguna construcción que se interponga.
Cada edificio cuenta con playas privadas de arenas blancas y palmeras con embarcadero para los días soleados.
Ahora bien, si la jornada amanece fresca o nublada no hay problema porque hay una playa bajo techo -única en Sudamérica- que tiene el agua temperada, arena calefaccionada y camas con burbujas, además de cascadas.
Entre los servicios para los turistas están el club de playa con su gimnasio, la sala de exposicionesy actividades culturales; el anfiteatro al aire libre; el spa y el supermercado.
El arriendo de una propiedad en San Alfonso del Mar de 2 dormitorios y capacidad para 5 personas en temporada, 7 días/ 6 noches, tiene un valor de $ 829.500 (U$S 1.765) aproximadamente.
El valor incluye alojamiento, ropa blanca, aseo de salida y pack de limpieza. Un dato importante es que los edificios están administrados bajo un moderno concepto hotelero, de manera de evitar todo tipo de preocupaciones a sus inquilinos.
Días ocupados
Claramente el concepto se basa en que, además de aprovechar las playas privadas, hayan actividades que apuntan a turistas con distintas preferencias. Así, el cronograma preparado por los anfitriones es surtido y sugerente y se estrenará el 2 de enero.
Promediando la mañana, tipo 10.30; cada uno de los integrantes de la familia puede partir con destino a lo que más le gusta.
Prácticas en el muro de escalada para los jóvenes, salidas para recorrer San Alfonso para niños y adultos, bailes entretenidos, excursiones playeras, profesores de gimnasia que dirigen programas de entrenamientos además de trekking, clases de natación y aquafitness y hasta clases de spinnig o yoga para no olvidar la rutina menduca.
Los pequeños, ocupados y entretenidos en el mini club con visitas al acuario o paseos en vela, tan sólo por dar ejemplos. También proponen fútbol, béisbol, juegos de agua, competencias de castillos en la playa y regatas de kayaks o de velas.
Hasta ahí para el día, ahora bien durante las noches, hay bastante. Si empezamos por la gente menuda, están previstas algunas noches temáticas en Discopeques, tal como una denominada “Subtierra”.
El cinco de enero habrá un gran bingo familiar –que se repetirá varias veces durante la temporada - y las noches subsiguientes karaoke en el Acuario Oceánico, cine bajo las estrellas y tanto más en un calendario que cierra el 29 de febrero del año que viene.
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Titulo: La experiencia San Alfonso.
Publicado el 10/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/la-experiencia-san-alfonso_n.html
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lunes, 10 de septiembre de 2012
Atardecer en suelo lunar
Enclavado en plena Cordillera de la Sal -la más joven de Chile, con tan sólo 28 millones de años-, y a 20 minutos del pueblo de San Pedro de Atacama, está el Valle de la Luna. Parece una escultura de algún artista surrealista: la roca fue tallada, naturalmente, por la erosión del viento, el agua y el calor, dejando como resultado un paisaje tan curioso como imponente. Los colores y texturas, el reflejo del sol que pega contra la piedra -compuesta casi íntegramente de sal- y la aridez absoluta, confirman que este peculiar sitio no podría haberse llamado de otra forma.
El predio cordillerano integra la Quebrada de Cari, que debido al proceso de termoplastía permite escuchar crujidos de la roca; las cuevas de sal, que invitan a un recorrido por su interior; la formación de las Tres Marías, picos erosionados que se erigen orgullosos desde hace un millón de años, y la Duna Mayor, que serpentea el horizonte, como dibujada en arena. Más allá, el Valle de la Muerte va despidiendo la tarde, en un degradé de colores rojizos, anaranjados y terracota; con el silbido del viento como única música de fondo. El final del día es en el mirador de Cari, luego de atravesar el Valle de la Paciencia. El calor ya no arrasa y la noche le va ganando la pulseada al sol, que cae rendido entre las montañas, como devorado por el desierto salvaje y sus misterios.
Fuente: La Nación Turismo
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Titulo: Atardecer en suelo lunar.
Publicado el 08/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/san_pedro_de_atacama/atardecer-en-suelo-lunar_n.html
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lunes, 3 de septiembre de 2012
San Pedro de Atacama, la llamada del desierto
Géiseres para mirar con respeto, dunas infinitas, cielos tapizados cada noche y la laguna con mayor concentración de sal en el mundo componen un escenario único que se hace sentir en el cuerpo
"El desierto es así: te recibe o te rechaza", dice sin vueltas y verborrágico Miguel, el joven profesor de historia devenido guía de turismo en uno de los lugares más hostiles e imponentes del mundo, ubicado al norte de Chile, en pleno desierto de Atacama. "A mí me recibió", agrega, de nuevo sin vueltas y con orgullo, mientras cae el sol en la Reserva de los Flamencos, en el sector oriental del Salar de Atacama conocido como Soncor, donde se encuentra la Laguna Chaxa. Después de viajar por el mundo y llegar a este páramo, aparentemente inhóspito y agreste, el destino le dio a Miguel la bienvenida en esta tierra inerte, de sol abrasador y noches tan estrelladas como heladas.
Atardece y los últimos rayos se funden en un horizonte de sal, lagunas lejanas y gaviotas andinas, que surcan el cielo, ajenas a cualquier mirada. Más allá también son testigos silenciosos las aves que le dan nombre a la reserva, bellísimos flamencos que parecen intensificar, aún más, la onírica escena. El paisaje es un mar de olas congeladas, kilómetros de olas de cristal que desde hace miles de años, se fueron gestando para mostrarse así: firmes, estoicas, infinitas. Sentirse pequeño o dentro de un sueño, son sólo algunas de las múltiples sensaciones que despierta cada recorte del predio y que se multiplicarán en cada nuevo lugar que se visite.
Es difícil entender al desierto: su bienvenida es tan árida como impactante, y desde el momento en que se pisa su suelo, se puede saber, de algún modo inexplicable, que el universo entero puede concentrarse en un solo granito de arena. Y una vez allí, es imposible ser ajeno a su voz. No emite sonido sino que se percibe en el silencio. Hay algo allí, en este corazón andino, que late fuerte. Y deja huella.
Liviano como el aire
La ruta parece eterna -como todo en el desierto-, y su vigía desde los
tiempos de los tiempos custodia en silencio. Bien podría ser el Mordor
que ideó Tolkien en el Señor de los Anillos -y recreó Peter Jackson
desde el Monte Ruapehu en Nueva Zelanda-, pero no, es el volcán
Licancabur y tiene espíritu propio. Sus 5900 metros, dicen, lo
convierten en el guardián de San Pedro de Atacama.
Su nombre significa "cerro del pueblo" en kunza, el idioma del
desierto, perdido hace ya muchos años, aunque no así su misticismo.En el centro del volcán no se funde el famoso anillo, sino que se guarda parte de la historia del mundo, que se sigue tejiendo en su interior y despierta admiración y respeto. Ante sus ojos, los pocos flamencos de la Laguna Cejar -a 20 kilómetros de San Pedro de Atacama-, ni se inmutan. Continúan alimentándose con total parsimonia, en un espectáculo que no admite interacción con los espectadores: está prohibido acercarse para no invadirlos y así preservar la especie en su entorno natural.
Unos metros más allá, espera la Laguna Piedra, y la magia eleva a todo aquel que se anime a trascender sus aguas heladas y sumergirse. Claro que la inmersión dura pocos segundos: gracias a su concentración de sal -la mayor del mundo, aún antes que la del Mar Muerto-, cualquier cuerpo flota, casi instantáneamente. Aguas cristalinas y liviandad absoluta, frente a la mirada del cordón gris de la Cordillera de Domeyko, el imponente Licancabur y sus volcanes cercanos, Lascar y Corona.
San Pedro, un pueblo
Nada le escapa al desierto. Omnipresente, todo lo invade con su aridez y
esa rusticidad que pega fuerte en el cuerpo y el espíritu. San Pedro de Atacama es un pueblo pequeño y pintoresco, a 100 kilómetros de la ciudad de Calama, donde el aeropuerto hace la conexión con Santiago de Chile, 1670 kilómetros más al sur, luego de una hora de vuelo.Tras aterrizar se siente levemente la altura; son 2400 metros sobre el nivel del mar y un paisaje que impacta por lo ventoso, seco, descolorido y aparentemente, infinito. El pueblo de San Pedro, en cambio, es un pequeño oasis, un reducto pintoresco donde no hay prisa. Todo se concentra alrededor de la plaza principal, la antiquísima y bonita iglesia de techo de adobe y, por supuesto, algunas callecitas de tierra polvorienta que vuela al primer soplo del viento, y seca y reseca.
Cae la tarde y una brisa suave templa el ambiente. Cada esquina se llena de viajeros de todo el mundo, paseando por la Caracoles o la Toconao, las calles principales, en las que parece haberse detenido el tiempo. En los visitantes también se comprueba que nadie le escapa al desierto. La piel curtida, el sol en el cuerpo, el fuego en los ojos. Poéticamente, es la mejor definición, pero físicamente la aridez se siente en todo momento y es inevitable: las mucosas se secan, los labios queman, los ojos casi no ven sin lentes de sol y nadie resiste un solo día sin un buen bloqueador solar. Las temperaturas son siempre extremas y exigen ropa clara y liviana para el día, y abrigo fuerte para la noche. Está claro que el destino es exigente, como así también que vale la pena animarse, porque un viaje al desierto de Atacama más que viaje, es experiencia sentida.
Aguas burbujeantes
El día comienza muy temprano y bajo cero, pero nadie se queja: para ver
a los géiseres del Tatio en todo su esplendor, hay que llegar justo al
amanecer y cuanto más frío, más grandes los géiseres y sus fumarolas,
que pueden alcanzar los sesenta metros de altura. Mucho abrigo, pero
superpuesto: es indispensable para poder disfrutar de la salida del sol a
4300 metros, porque los cinco, diez y hasta quince grados bajo cero de
la madrugada luego ascienden rápidamente, a medida que sube el sol.En medio del espectáculo, se puede desayunar con vistas a los géiseres -más de 100 en un predio raso de 10km2-, escupiendo vapor sin descanso. Los más osados pueden ponerse el traje de baño y sumergirse en El Pozón, la única piscina permitida para nadar. El resto, se mira de lejos y con respeto: las aguas que brotan, burbujeantes, desde huecos en la tierra y conforman cada géiser, superan los 85° y por supuesto, no faltan las historias de turistas descuidados que terminaron prácticamente hervidos en ese caldo de montaña.
Quién cuenta algunas anécdotas del pozo al que llaman el asesino, por haberse devorado a cuatro turistas hace unos años, es Héctor. Logra miradas espantadas, pero su sonrisa es tan amable como humilde. Se autodefine como guarda-géiseres, aunque antes fue minero en Copiapó -de allí eran los famosos 33-, durante casi toda su vida. No tendrá más de 65 años y su piel, que supo vivir en las entrañas de la tierra durante cuatro décadas, ahora se curte con el sol de las alturas.
El orgullo le brota como el agua de los géiseres al hablar de Caspana, su pueblito natal y cercano al Tatio, de donde es nacido y criado. Enumera con paciencia los minerales que contiene el agua: azufre, arsénico, sal, calcio. Mientras tanto, más allá, en El Pozón, un grupo de franceses que supera ampliamente el promedio de los setenta años, se divierte nadando en la piscina natural. Algo más deben tener esas aguas de las alturas en su cocktail de minerales, porque los ancianos salen revitalizados y jocosos, frente a la mirada casi incrédula de los que ni pensaron en calzarse la malla bajo la tonelada de ropa, al salir del hotel esa madrugada.
La ruta de regreso incluye una parada en Machuca, un pueblito que bien podría estar perdido en la montaña, pero se salva por estar dentro del circuito turístico, aún cuando casi sus propios habitantes, se olvidaron de él. El guía anuncia que su población es fluctuante, pero que en promedio, viven diez personas allí. Es sencillo comprobarlo al recorrer sus callecitas, por las que sólo se siente el silbido del viento y en alguna esquina, el paso cansado de un perro somnoliento. Las casas bajas, sencillas, hechas de adobe y paja -pero con paneles solares-, están prácticamente todas cerradas y aseguradas con candado. Tienen en común las cruces en los techos, que indican la creencia cristiana que a su vez, se comprueba en la bella y rústica capilla que se eleva más allá, en el monte.
Allí donde estacionan los micros turísticos por unos minutos, Isabel y Margarita, fríen sopapilla, una especie de torta frita irresistible; y también anticucho, empanadas de carne de llama o queso de cabra. Les da vergüenza que les tomen fotos pero, cuando entran en confianza, posan con sus delicias y comparten que sus bisabuelos eran oriundos de Machuca, lo que convierte al pueblito en un verdadero sobreviviente a lo largo de los siglos. Algo que sólo pasa en el desierto: más de 400 años de historia y allí, todo sigue congelado en el tiempo.
El chamán del desierto
El cielo es el mismo en cualquier parte, pero hay lugares donde se está
más cerca. Al menos es la sensación cuando baja el sol abrasador y
aparece la primera estrella. La temperatura comienza a descender, a
medida que todo se tapiza de esas luces brillantes y lejanas que
empiezan a dibujar constelaciones y trazar destinos.Carlos es parte del Ayllú de Coyo, una de las catorce comunidades indígenas que viven en la zona. El es una suerte de chamán del desierto, que ofrece conocer el cielo atacameño no desde la astronomía tradicional, sino desde sus antepasados y la cosmovisión andina. Su voz transporta, y mientras lentamente introduce en el mundo de las estrellas y sus significados para los lican-antay, nombre aborigen y ancestral de los atacameños; el viaje ya no tiene retorno.
Unas mantas rústicas en el suelo, un poncho de lana y una infusión de hierbas tradicionales, amainan el frío. Hay algo en ese cielo que conecta con lo primitivo, con el espíritu del desierto que ahora parece estar al alcance de la mano. Recostarse, observar y fundirse en la estrella elegida es la consigna de la ceremonia Talatu, y de repente todo fluye, el tiempo se detiene, no hay calor ni frío, sólo una conexión eterna que recuerda el origen y que todos, absolutamente todos, fuimos, somos y seremos, parte de esa misma tierra.
La voz de Carlos se oye lejana. Ahora sí, el frío cala los huesos. Pero ya no importa. El corazón late al ritmo del lugar y su voz sin tiempo es un susurro que abre la puerta hacia algún rincón del universo. La pregunta final, después de esa meditación casi mística, es cómo volver a encontrarlo, en otra oportunidad. Su respuesta remite a la certeza de Miguel, el guía del comienzo. "Al desierto no se llega por casualidad. Se llega porque el desierto te llama, te busca, te elige. Y te encuentra."
Fuente: La Nación Turismo
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Titulo: La llamada del desierto.
Publicado el 08/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/san_pedro_de_atacama/la-llamada-del-desierto_n.html
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lunes, 27 de agosto de 2012
El Valle del Huasco, secretos del pasado
En las profundidades del Valle del Huasco, en la región chilena de Atacama, se encuentra la desconocida Ruta de los Españoles. Un paisaje repleto de parajes tan cautivantes como inexplorados, que pueden ser recorridos a través de distintos senderos para descubrir los asentamientos de los primeros colonizadores españoles.
Lagunas transparentes entre cerros multicolores, vestigios y antiguas minas indígenas, milenarios fósiles marinos y una variada fauna andina son algunas de las fortalezas turísticas que se esconden en Vallenar, en la región chilena de Atacama. Y aunque a primera vista esta zona agrícola parece ofrecer poco al turismo, bastan 45 kilómetros ascendiendo por la cordillera e internándose por el Valle del Huasco para que la idea cambie radicalmente: allí, bajo imponentes montañas y un fértil valle, surge el pueblo de Alto del Carmen, puerta de entrada a dos valles que guardan una parte poco conocida de la historia de la conquista española y la ocupación precolombina.
Se trata del Valle de Tránsito, llamado así por ser una vía comercial con localidades indígenas transandinas y territorio ancestral de la cultura diaguita, y el Valle del Carmen, donde a partir del 1600 hubo asentamientos de pueblos extranjeros que desarrollaron un sistema agrícola de alto vuelo. Durante casi dos siglos ambas zonas fueron disputadas férreamente entre uno y otro bando, hasta que en 1797 se acordó repartir un valle para cada uno: el Tránsito quedaba en manos de los nativos, mientras a los forasteros se les entregaba el del Carmen, que no tardó mucho en ser conocido como el Valle de los Españoles.
Abrirse paso
Ya sean naturales o históricos, gran variedad de senderos se abre paso
por el Valle de los Españoles. Uno de ellos es el llamado Camino Real,
que nace en la salida sur del pueblo de Alto del Carmen. El recorrido de
12 kilómetros data de los tiempos de la colonia, cuando fue creado con
el fin de unir fundos y pequeñas localidades agrícolas, y puede hacerse
perfectamente en vehículo, caminando, en bicicleta o a lomo de caballo
por un ancho camino de ripio.Otro sendero histórico es la Piedra del Indio, cercano al sector de Los Canales, un kilómetro antes de llegar a San Félix (el pueblo más importante del Valle de los Españoles, a 25 kilómetros de Alto del Carmen). Este sendero obliga a cabalgar o caminar, dejando el auto o la bicicleta al empezar el trayecto. El recorrido sube a 1073 metros de altura, llegando a asentamientos de culturas agroalfareras que habitaron antiguamente la zona y dejaron su huella en pictografías, un sistema de sembrado en base a terrazas y un salto de agua como forma de regadío. El lugar también es ideal para conocer las típicas flores del valle, como la “garra de león” y la “pata de guanaco”, además de una gran variedad de hierbas medicinales.
Cerca de allí el Sendero del Eco, conocido porque el eco va y viene entre los acantilados, resulta una excelente opción de agroturismo. Tras subir una hora caminando o media hora a caballo, permite encaramarse arriba del mirador más alto del valle, para tener una vista estratégica de cómo los campos de naranjos, paltos y parrones bajan entre las montañas.
Una buena forma de completar una visita a la Ruta de los Españoles es realizando el Tramo de los Valles, que se enmarca dentro del Sendero de Chile y, después de 39 kilómetros perfectamente señalizados, une San Félix con la localidad de Pinte, en el Valle del Tránsito.
Esta ruta, utilizada durante cientos de años por indígenas que cruzaban de un valle a otro en busca de pastos para sus animales, se abre paso por la sierra Tatul, a un promedio de 2000 metros de altura, entre quebradas y cordones de montañas que esconden antiguos refugios de arrieros, petroglifos ancestrales y fósiles marinos. Este es el hábitat natural de la típica fauna cordillerana del norte, como guanacos, vizcachas, lechuzas y flamencos, que viven en pequeñas lagunas de aguas cristalinas donde se reflejan cerros de particulares formaciones y diversas tonalidades. Allí mismo se esconden antiguas minas indígenas de oro, que han dado origen a incontables historias y leyendas.
Pisco y pajarete
Además de la naturaleza, la riqueza de este valle se deja ver en sus tradiciones y costumbres. La elaboración de destilados es uno de sus grandes atractivos: muchos hogares incluso mantienen la receta ibérica a la hora de producir pisco, aguardiente y pajarete –un vino asoleado, fino y muy apetecido en estas tierras– que llegó desde Andalucía para quedarse.
Una buena forma de empezar el circuito es en el pueblo de Alto del Carmen, principal asentamiento del Valle del Huasco, donde conviven 5 mil personas que se dejan ver cada tarde en su plaza rodeada de pimientos, algarrobos y jacarandás, árboles característicos de la zona. En uno de los costados se ubica la segunda iglesia más antigua de la región: Nuestra Señora del Carmen, que data de 1826 y llama la atención por su torre pintada con graffitis. A una cuadra está la Casona de Huasco Alto, una de las primeras construcciones del pueblo, que se remonta a mediados de 1800. Hoy exhibe una muestra de antigüedades, artesanías típicas, fósiles y petroglifos hallados en quebradas de ambos valles.
La pisquera Alto del Carmen da la bienvenida a la ruta del pisco artesanal. Y si bien es cierto que aquí se procesan cantidades masivas de pisco, bastan seis kilómetros por el serpenteado pero asfaltado camino que recorre el Valle de los Españoles para llegar a la localidad de El Rosario y encontrarse con la pisquera artesanal Bou Barrueta, famosa por su refinamiento y baja comercialización. Francisco Bou es el responsable de mantener hoy la tradición de esta familia vasca mediante la elaboración de un producto sin químicos, que guarda en una bodega cuyo techo muestra un mural en homenaje a la historia del pisco en la zona: desde la llegada de las primeras cepas de uva y su intercambio con los indígenas hasta su actual elaboración.
Dejando atrás El Rosario surge, a cuatro kilómetros, en la localidad de Retamo, Esencias del Campo. Una hacienda colonial rodeada de viñas, que oficia de restaurante casero y hospedaje, dotado de una cálida decoración y diseños rústicos que simulan una bodega.
Finalmente, tras 15 kilómetros subiendo entre miradores que dan cuenta del valle que corre junto al río El Carmen, surge San Félix, un pueblo colonial muy similar al tramado de Alto del Carmen, cuna de la familia de Gabriela Mistral. Por ser el principal pueblo del valle, en San Félix se concentran las huellas hispanas heredadas por todos los poblados de la ruta y se destacan los quesos y leche de cabra, mermeladas caseras y artesanías de cerámica, totora, cueros y lanas. Sin embargo, el gran orgullo de San Félix es su pisco artesanal, encabezado por la prestigiosa planta Horcón Quemado, nombre con que era conocida remotamente esta localidad y que hoy indica una de las destilerías más antiguas de Chile.
Tal como en la viña de Bou Barrueta, en Horcón Quemado su propio dueño, Eduardo Mulet, es el encargado de mantener vigente la receta con que su abuelo, Bartolomé Mulet, comenzó a producir pisco a partir de 1909. Pasando entre máquinas donde el hombre sigue siendo el protagonista, bodegas con aroma a uva fermentada y las propias viñas, Don Eduardo enseña el proceso de elaboración y destilación. El paso por el alambique de cobre calentado a leña es la clave a la hora de elaborar alguno de los cuatro tipos de pisco que este descendiente de mallorquines produce en su laboratorio. Aquí, entre botellones, mezclas y degustaciones, se encarga personalmente de perfeccionar uno de los mejores piscos artesanales del país, reconocido incluso internacionalmente y uno más de los motivos para internarse en el histórico Valle de los Españoles.
Fuente: Página 12 Turismo
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Titulo: El Valle del Huasco, secretos del pasado.
Publicado el 07/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/el-valle-del-huasco-secretos-del-pasado_n.html
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lunes, 13 de agosto de 2012
Valparaíso, la ciudad histórica y única entre los cerros
La ciudad de Valparaíso está ubicada a 120 Km al noroeste de Santiago de Chile, es una ciudad puerto que es considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO desde el año 2003.
Como un anfiteatro al Pacífico, la ciudad deslumbra con sus casas coloridas que se distribuyen en los cerros, a los que se llega por las calles empinadas, pasajes estrechos e históricos ascensores.
Desde los cerros, hay varios miradores donde se puede disfrutar de la vista a la bahía.
Siempre se dudó de la fecha exacta de la fundación de la ciudad, la mayoría de los historiadores sostiene que fue en la década de 1530, cuando Juan de Saavedra llegó a la bahía de Quintil, y en ese momento comienza a emerger la ciudad.
El primer nombre de este territorio, era Valle del Paraíso, debido a la admiración que provocaba toda la región a los visitantes.
Es considerada la Capital Cultural de Chile, donde los pubs, tangueriías y discotecas, junto a la lectura de poesía, le dan vida a la noche.
También se puede visitar La Sebastiana, que es una de las tres casas de Pablo Neruda tenía en Chile. El famoso escritor ganó el Premio Nobel de Literatura en 1971, y su casa es una visita obligada por su rica historia y la hermosa vista de la ciudad y la bahía.
La ciudad cuenta con un puerto estratégico, a pesar de no ser el más grande del país, pero es el más conocido, desde donde se exportan e importan productos para todo el país.
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Titulo: Valparaíso, la ciudad histórica y única entre los cerros.
Publicado el 25/12/2011.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/valparaiso/valparaiso-la-ciudad-historica-y-unica-entre-los-cerros_n.html
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lunes, 6 de agosto de 2012
La isla Robinson Crusoe, se prepara para observar la profecía
El archipiélago chileno de Juan Fernández, ubicado en el Pacífico Sur a 600 Km de Chile, fue sacudido en el último tiempo por varios desastres naturales y accidentes, y ahora vuelve a situarse en un punto de interés mundial.
Según arqueólogos, las predicciones mayas dicen que es un lugar para observar el fin de los tiempos.
Se asocia a este archipiélago en diversos fenómenos astronómicos que se darán, como el desplazamiento de Venus y un eclipse solar total, hasta cumplir la antigua profecía maya que del fin de los tiempos que ocurrirá en diciembre del 2012.
El archipiélago Juan Fernández es uno de los pocos puntos conocidos desde donde será visible este evento.
La isla Robinson Crusoe es la isla principal de las tres que forman el archipiélago y es la única habitada en forma permanente.
Se espera una gran cantidad de turistas para el año 2012, tras el interés que se desató después de la transmisión del programa especial de The History Channel sobre la isla Robinson Crusoe, titulado "La isla del Apocalipsis".
En el documental, Jim Turner, del arqueólogo norteamericano se basa en una investigación de 15 años, que intenta explicar las claves del fin del calendario maya, anunciado para el 21 de diciembre del 2012.
El documental dice: "Una remota isla en el Pacífico, envuelta en brumas, puede contener la clave que dejaron los mayas y que estuvo perdida durante mil años, aunque estuviera oculta a plena vista"
Un misterioso monolito
Las teorías de Turner se basan en el hallazgo de un monolito maya, de 45 metros de altura, en la isla Robinson Crusoe, en el sector El Yunque.
Este monumento está tallado en roca volcánica, que permanece envuelto por nubes y niebla durante la mayor parte del año y es sólo visible en verano.
Muestra una especie de serpiente con un jaguar agachado, ambos mirando al horizonte donde se producirá el eclipse total. En sus cercanías estaría el llamado Santo Grial de la arqueología moderna, la cripta del rey maya Kam Balam, hijo del Gran Pacal y reencarnación de todos los dioses, cuyo paradero ha sido buscado incansablemente durante siglos.
Es un misterio que hace un monolito maya en una isla en el Pacífico Sur.
Turistas en camino
Los principales turistas interesados son los norteamericanos y europeos, que están fascinados por esta interrogante que representa el archipiélago.
En el poblado de San Juan Bautista ya se venden jarrones, remeras y demas souvenirs con referencias a la profecía maya.
También han comenzado a agotarse las escasas plazas disponibles para alojamiento durante el próximo año.
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Titulo: La isla Robinson Crusoe, se prepara para observar la profecía.
Publicado el 05/12/2011.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/isla_robinson_crusoe/la-isla-robinson-crusoe-se-prepara-para-observar-la-profecia_n.html
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lunes, 16 de julio de 2012
Tierra remota y misteriosa del Pacífico
Ubicada en medio del Pacífico, a 3700 kms de Chile, la Isla de Pascua es la isla chilena famosa por sus esculturas de piedra, por donde se puede realizar un recorrido para descubrir los tesoros arqueológicos, ritos y los ecos del pasado de la civilización rapa nui.
Luego de 4 hs de avión sobre el océano Pacífico, se llega a la isla Rapa Nui, la Gran Roca.
La Isla de Pascua ocupa 160 kms cuadrados, tiene 5000 habitantes y 638 moáis (las clásicas estatuas de piedra). Es considerada la isla habitada más aislada del planeta, ubicada en del mar, a mitad de distancia entre Chile y Tahití (en la Polinesia Francesa).
Es un afloramiento de roca negra salido de tres volcanes apagados: el Rano Kau, el Poike y el Terevaka.
En la isla hay casi 3.000 caballos, que parecen no pertenecer a nadie, tras haber sido marcados a fuego por su dueño en el momento de su nacimiento, luego viven y mueren en las praderas, en estado semisalvaje, sin bozales ni correas.
Los moáis son cabezas de piedra esculpidas por los antiguos habitantes, que están distribuidos por toda la isla con alta presencia. Tienen entre 2 y 10 metros de altura y llegan a pesar 80 toneladas. Casi todos se encuentran tumbados en el suelo, algunos en dos o tres pedazos.
Según teorías arqueológicas recientes, los mismos habitantes fueron quienes tumbaron los moáis durante una época de luchas intestinas entre clanes y de hambre generalizada, cuando el culto a los antiguos ídolos de piedra fue sustituido por una nueva religión.
Los moáis están en peligro por la presencia de los caballos en la isla, que frotan sus cascos en la superficie de piedra de los que están a su alcance, hasta borrarles los rasgos.
La Isla de Pascua no son como las típicas islas tropicales de arenas blancas, palmeras y arrecife coralino. El encanto de las islas está en su pasado, en los ecos de la historia antigua y misteriosa que es visible en cada piedra del lugar.
Pascua fue colonizada alrededor del año 900 por los polinesios.
El mito habla de un príncipe caído en desgracia, Hotu Matu’a, quien, tras haber enviado a seis exploradores en una piragua por el Pacífico, la eligió como su reino, mudándose allí con su numerosa familia. Los colonos encontraron un territorio virgen, enteramente cubierto de árboles y con numerosas especies de pájaros. Los pobladores se multiplicaron hasta alcanzar entre 15 mil y 20 mil habitantes, divididos en doce tribus y empeñados en la construcción de estatuas –siempre más grandes–, para honrar a los dioses.
El resultado es nefasto: los habitantes gastaron rápidamente los recursos disponibles y, atrapados en la isla sin posibilidad de dejarla –todos los árboles aptos para la construcción de barcos habían sido depredados–, ingresaron en un período de luchas intestinas, destruyeron frenéticamente sus objetos de culto y llegaron al borde de la extinción. “Cualquier similitud con el posible destino de la raza humana es puramente casual”, dicen irónicamente algunos habitantes de la isla.
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Titulo: Tierra remota y misteriosa del Pacífico.
Publicado el 22/01/2012.
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Sitio: 365chile.com
Ver en: http://www.365chile.com/isla_de_pascua/tierra-remota-y-misteriosa-del-pacifico_n.html
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